Espalderas

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Espalderas

Las espalderas son correctores posturales. Son dispositivos ortopédicos destinados a promover una posición corporal adecuada y reducir el dolor asociado con malas prácticas posturales. Ideales para tratar dorsalgias leves, escoliosis y prevenir dolencias en deportistas o quienes permanezcan sentados largos periodos de tiempo.

Un corrector postural de espalda funciona como un arnés ergonómico que promueve una buena alineación corporal, reduce tensiones innecesarias y previene daños futuros causados por una postura incorrecta.

Características

  • Fabricadas con materiales transpirables que minimizar la humedad y el mal olor.
  • Sistema de ajuste con velcro para ajustar la presión y garantizar comodidad.
  • Las espalderas, tienen distintos diseños, uno de ellos es la espalderas en ocho o con soporte dorsal transpirable, para satisfacer diversas necesidades individuales.

Beneficios

  • Reducir la fatiga muscular y disminuir el dolor en la espalda, cuello y hombros.
  • Prevención y tratamiento de lesiones en personas con condiciones crónicas o aquellas involucradas en actividades deportivas intensas.
  • Mejorar la higiene postural en individuos sedentarios o quienes han adoptado hábitos posturales deficientes.
  • Ayudar a mantener una óptima capacidad pulmonar y aumentar así la resistencia física durante el ejercicio.

Antes de adquirir estos dispositivos es importante consultar con profesional y elegir el modelo más adecuado basado en factores personales como diagnósticos médicos, nivel de actividad física y preferencias de confort.

Consejos antes de emplear una espaldera

Elección del tamaño adecuado

Consulta las tablas de tallas suministradas por el fabricante para determinar la talla que corresponde a tu circunferencia de cintura. Generalmente, hay opciones como Tallas S/M (para un perímetro de cintura de 60 a 95 cm) y Tallas L/XL (para un perímetro de cintura de 96 a 130 cm).

Adaptarlo correctamente

Según el diseño del corrector postural, ciérralo firmemente alrededor de tu cintura, normalmente con velcro, para asegurarte de que cumpla su propósito de dar soporte y corregir la postura. Evita ceñir demasiado fuerte para maximizar la comodidad y favorecer la ventilación.

Utilización continua

Incrementar poco a poco la cantidad de tiempo en la que llevamos puesto el corrector postural, comenzando primero con periodos cortos. El objetivo final es fortalecer la musculatura de la espalda y también cambiar patrones posturales.

Combinar con otros métodos

No usarlo como único medio para corregir tu postura. Se puedes combinar con sesiones de yoga, pilates u otra disciplina que trabaje la tonificación muscular y la concienciación postural.