Pie
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Pie
El pie es una estructura compleja del cuerpo humano que incluye estructuras óseas articuladas, con más o menos movimiento, estabilizado por ligamentos e inserciones tendinosas de músculos distales de la extremidad inferior.
Compuesta por 26 huesos unidos por articulaciones, músculos, tendones y ligamentos. Esta estructura anatómica es fundamental para la locomoción y el soporte del peso corporal. Sin embargo, el pie es susceptible a diversas tensiones y problemas que pueden causar dolor, inflamación o lesiones, limitando la movilidad y el movimiento.
Funciones del píe
- Proporcionar una fase estable para la bipedestación.
- Actúa como una bisagra con el suelo, propulsando el cuerpo hacia delante al caminar, transmitiendo fuerzas y a amortiguando los impactos generados durante la marcha y la carrera.
- Trabaja en conjunto con el tobillo para mantener el equilibrio y la estabilidad.
Aunque a menudo se subestima, el pie es una de las estructuras óseas más complejas del cuerpo que desempeña un papel crucial en la locomoción y la estabilidad.
Es una maravilla biomecánica y su salud es vital para una vida activa y sin dolor.
Algunas de la patologías del pie
1.- Callos
Crecimientos amarillentos causados por abuso o estrés, que pueden ser tratados con recorte, almohadillas o calzado adecuado.
2.- Pie plano-valgo.
Habitualmente flexible y fisiológico en el niño. El arco y el retropié se van alineando durante el crecimiento, no precisa tratamiento. Un 10% de los adultos mantienen un pie plano flexible de distinta importancia, en la mayoría de los casos sin síntomas y sin repercusión funcional. A tener en cuenta pies planos severos, rígidos o dolorosos.
3.- Pie valgo.
Patología congénita en la cual los talones del niño se tornan hacia afuera y las puntas de los pies hacia adentro. En esta condición el retropié es el más afectado ya que se encuentra en posición de eversión. Se aracteriza por el hundimiento de la bóveda plantar.
4.- Pie cavo-valgo (falso cavo)
5.- Pie cavo.
Pie con un aumento en altitud y amplitud del arco longitudinal. Por ello el retro y antepié están más próximos, y está muy disminuido su borde de apoyo externo, lo cual supone una sobrecarga global de las cabezas metatarsianas.
6.- Pie cavo-varo (de difícil corrección).
Secundario a enfermedad neuromuscular, con frecuencia asociado a pie equino. Arco longitudinal medial de mayor altura, generalmente con un retropié o calcáneo varo.
7.- Pie varo o pie equino varo o pie zambo.
Es una anomalía congénita en la que el pie adopta una posición o una forma torcida hacia adentro con relación a la línea media del cuerpo. Esta deformidad puede ser leve o grave, y puede así mismo afectar a uno o ambos pies del paciente (los tejidos que conectan los músculos y tendones al hueso, están acortados).
8.- Pie plano.
Pie que muestra disminución del arco longitudinal o bóveda plantar y desviación del talón en valgo.
9.- Pie plano-valgo.
Es un pie fisiológico durante los 2 ó 3 primeros años de edad, y con el crecimiento el arco plantar se eleva. Por consiguiente, no se requiere tratamiento para este pie plano elástico que presentan los niños.
10.- Pie plano rígido.
Secundario a alteraciones óseas como las anomalías del escafoides y astrágalo vertical o a las coaliciones tarsianas.
11.- Pie plano adquirido.
Secundario a distintas afecciones como la hiperlaxitud articular, lesiones tendinosas, reumatismos inflamatorios crónicos, artropatía neuropática o traumatismos, y puede ser también flexible o rígido.
12.- Talalgias:
- Talalgia de Sever. Inflamación del cartílago de crecimiento en el talón. Probablemente afecta a ambos pies. Más habitual en niños (10-15 años) que en niñas (8-13 años). Popularmente se le conoce como “estirones”.
- Talalgias mecánicas:
- Posterior: debido a un conflicto entre el calcáneo y calzado.
- Inferior: zona de espolón calcáneo.
- En corona: específica del pie cavo.
13.- Dismetrías:
- Ambientales: corresponden a factores externos tales como irregularidades del terreno y distintas de alturas del calzado.
- Anatómicas: se debe a diferencias de longitud de fémures y/o tibias. Probablemente de carácter congénito, traumático, infeccioso o debidas a un trastorno del desarrollo de las extremidades.
- Posturales o falsas asimetrías. Derivadas de problemas posturales de las articulaciones de carga (columna, cintura pélvica, rodillas y/o pies) y puede que estén relacionadas con alteraciones musculares.
14.- Enfermedad de Kohler I.
Osteocondrosis de carga que se presenta en el escafoides tarsiano. Es la 2ª oteocondrosis más frecuente que afecta a niños < 5 años y es más frecuente en varones (5:1) y en un 80% es unilateral.
15.- Enfermedad de Kohler II.
Enfermedad de Freigberg. Osteocondritis donde se afecta la cabeza de los metatarsianos, siendo más frecuente en el 2º metatarsiano y en mujeres (5:1) entre 12 y 15 años.
16.- Metatarsalgias.
Dolor en el antepie. Es la localización más frecuente del dolor de pies y es la más habitual en mujeres. Influye el calzado, especialmente estrecho y de tacón alto.
17.- Neuroma de Morton.
Deambulación dolorosa por compresión en el espacio entre 2º y 3º metatarsiano). Más frecuente en mujeres de edad media y asimismo, tras el uso de calzado no adecuado.
18.- Esguinces de tobillo.
Lesiones en los ligamentos del tobillo que además pueden requerir tratamiento.
19.- Tenosinovitis.
Se localiza más habitualmente en los tendones tibial posterior, peroneo y Aquiles. En consecuencia, su clínica se caracterizada por dolor, que aumenta a la tracción pasiva y la contracción activa contrarresistencia. La clínica y la exploración suelen ser suficientes para su diagnóstico.
20.- Sesamoiditis.
Sobrecarga en la cabeza del 1º metatarso. Se produce dolor al caminar y cuando además se lleva calzado estrecho.
21.- Espolón del calcáneo.
Es una exostosis ósea secundaria a calcificaciones de inserciones que pueden estar a nivel subcalcáneo o retrocalcáneo posterior (espondiloartropatías y en la enfermedad de Forestier-Rotes). La lesión provoca dolor a nivel del talón, sobre todo al apoyar el mismo en el suelo.
22.- Pie geriátrico.
23.- Tendinitis” aquilea.
Rara vez de causa inflamatoria y asimismo suele relacionarse con traumatismos y tensiones repetidas.
24.- Estiloiditis.
Fractura por estes en el 5º meta debido a microtraumatismos y sobrecarga.
25.- Pie diabético.
Importante la prevención y aparición úlceras. La diabetes puede ocasionar una artropatía neuropática, frecuente en el tarso y las articulaciones tarsometatarsianas, aunque también puede afectar al tobillo.
26.- Síndrome del túnel tarsiano.
Neuropatía periférica por atrapamiento del nervio tibial posterior y bajo el maléolo tibial interno. Debido a un atrapamiento del flexor largo de los dedos, paquete vascular y ligamento anular interno.
27.- Fascitis plantar.
Talalgia muy frecuente (10%). Píe con arco longitudinal acentuado. Las causas se deben a condiciones en las cuales la fascia sufre mayores situaciones de estrés.
28.- Quinto varo (juanetillo de sastre).
Es la deformidad en espejo del Hallux valgus que ocurre sobre el quinto dedo. De hecho, suele dar más clínica a nivel de la bursa de la articulación metatarsofalángica del 5º dedo que de metatarsalgia.
29.- Hallux valgus.
Caracterizado anatómicamente principalmente por la desviación en varo y pronación del primer metatarsiano, valguización y pronación del primer dedo, con luxación de los sesamoideos y alteraciones musculoesqueléticas vecinas.
30.- Síndrome de sobre carga del primer radio.
El primer metatarsiano soporta mayor carga. De hecho, su causa es un metatarsiano largo.
31.- Hallux rigidus.
Ausencia de movilidad de la primera articulación metatarsofalángica debido a la formación de osteofitos.
32.- Dedo en martillo.
Deformidad múltiple y asociada a enfermedad degenerativa. El más típico es 2º dedo asociado a hallux valgus
33.- Dedo en maza.
Flexión de la interfalángica distal, mayor frecuencia 2º dedo y se debe al acortamiento del flexor largo.
34.- Dedo en garra.
Contractura en flexión dorsal de la metatarsofalángica acompañada de flexión de la interfalángica proximal y aparece a veces en los cuatro dedos. Además asociada a pie cavo en enfermedades neurológicas como el Charcot.
35.- Pie reumático.
Artritis reumatoide, gota, artritis psoriásica y el síndrome de Reiter.
36.- Síndrome compartimental del tibial anterior.
Aparece una necrosis de los músculos tibial anterior, extensor propio del primer dedo y extensor común.
37.- Insuficiencia de los radios centrales.
Cuando fallan en su función las cabezas metatarsianas centrales se provoca dolor a nivel del 1º y 5º metatarsos y se desencadena el dolor.
Por último, es crucial cuidar la salud y el bienestar de los pies, ya que su correcto funcionamiento es esencial para mantener un estilo de vida activo y saludable. Así mismo, ante cualquier problema persistente en los pies, es recomendable consultar a un médico para obtener un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado.